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La oclusión o mordida (II)

24 Ene, 2016 | Alonso Dental, Salud Dental

Su dentista de confianza seleccionará el tratamiento más adecuado a su tipo de maloclusión.

Tras enumerar en una primera entrega los distintos tipos de mordida, más concretamente los diferentes tipos de mordida incorrecta o maloclusión, en este nuevo post, segundo de esta serie, explicaremos cuáles son los tratamientos que suelen emplearse en las clínicas dentales para dar solución a este problema dental.

Principales tratamientos de la maloclusión

El dentista podrá detectar que se produce maloclusión en un simple examen periódico –que no debe saltarse-, o, en ciertas ocasiones, puede ser necesario el recurso a las radiografías dentales y/o mandibulares.

Dependiendo del tipo de maloclusión de que se trate, por un lado, y de la gravedad que presente el paciente, su odontólogo de confianza seleccionará un tratamiento u otro para corregir la forma incorrecta de la mordida y dar solución a los problemas derivados de ésta, siendo los que enumeramos a continuación los principales tratamientos utilizados:

  1. Aparatos correctores. Existen de distintos tipos y materiales y se suelen colocar entre los dientes superiores e inferiores, con el objetivo de corregir la mordida.
  2. En algunas ocasiones, es necesario extraer alguna o algunas piezas dentales para corregir, por ejemplo, el apiñamiento de varios dientes causante de la maloclusión.
  3. Otras veces no es necesario llegar al extremo de la extracción y se puede moldear, cambiar el aspecto de algunos dientes –alargar, acortar o dar alguna forma concreta- con el objetivo de que la pieza o piezas encajen con el resto alrededor. Es lo que se denomina restauración del diente.
  4. Por último, el tratamiento más extremo, también, por suerte, el menos habitual, es la cirujía. Se recurre a ella cuando hay que modificar la estructura de la boca y las mandíbulas para que encajen, para lo que es necesario recolocar los maxilares mediante una operación.

¿Por qué aparece la maloclusión? ¿Cuáles son su causas?

Aunque si bien es cierto que ciertos malos hábitos pueden provocar la aparición de una maloclusión, lo más habitual es que ésta se presente en pacientes por herencia, por una cuestión puramente genética.

Mejora tras el tratamiento

Acudir a su dentista de confianza y someterse al tratamiento más indicado para su caso de maloclusión le aportará grandes beneficios tanto su salud bucodental como general, y, en ocasiones, también para la estética general de su rostro. Mejorará el proceso de masticación –y con ello, la digestión-, la respiración –reduciendo las posibilidades de sufrir apnea del sueño-, y, además, facilitará la higiene bucodental, reduciendo las posibilidades de padecer caries, periodontitis, gingivitis u otras enfermedades dentales.

Mantenga una higiene bucodental constante y correcta y acuda puntualmente a la cita con su dentista de confianza para su revisión periódica. La prevención y los controles rutinarios posibilitarán un diagnóstico precoz de este problema dental o de cualquier otro, lo que se traducirá en un tratamiento más leve, rápido y eficaz.

 

Imagen: freedigitalphotos.net