Aunque depende de cada niño, pues unos bebés lo llevan mejor que otros, es habitual que la salida de los primeros dientes en los pequeños de pocos meses se constituya como uno de los momentos de esa tierna infancia más duros, debido a las molestias y alteraciones que causan en su vida diaria.
La primera dentición suele ser, por tanto, una etapa breve pero que no pasa desapercibida para bebés ni para papás.
¿Cuándo se produce la primera dentición?
Al igual que los síntomas y molestias, el momento de aparición de los primeros dientes en la boca de los pequeños también varía de unos niños a otros y se produce desde los sólo dos meses a el año de edad. No obstante, lo más habitual es que las primeras piezas de leche asomen en las pequeñas bocas de los bebés entre los cuatro y los seis meses de edad.
Los dos dientes centrales inferiores son los primeros en salir, seguidos de sus ‘hermanos’, los centrales superiores.
Los síntomas
Los síntomas son múltiples, variados y, a veces, unos se derivan de otros precedentes. Lo primero que se detecta en la boca de los bebés que van a enfrentarse a su primera dentición es la inflamación de las encías. Las encías de los pequeños se hinchan y comienzan a tornarse de color blanco, signo de que justo después aparecerá en ese lugar su primer o primeros dientes de leche. Este proceso genera considerable dolor, molestias e irritación, llegando a provocar algo de fiebre.
Además, la erupción de los dientes propicia la generación de gran cantidad de saliva o baba. Esta saliva puede provocar irritaciones en la barbilla del bebé y también en su estómago y en su culete, al que llega después de ser tragada y expulsada a través de las eces. También es habitual que la ingestión de esta baba provoque algo de diarrea en los pequeños.
Junto a todo ello, que altera la vida normal del pequeño y su familia, el llanto del bebé se vuelve más profundo y frecuente, y el niño pasa el día tratando de llevarse cosas a la boca que morder, buscando algo que consiga aliviar su dolor.
Consejos para aliviar las molestias
Además de ofrecer al bebé mordedores que ayuden a calmar su ansiedad y las molestias que padecen en las encías, también podemos ayudarle a superar esta etapa con otras sencillas acciones:
- Podemos frotar suavemente sus encías con el dedo envuelto en una gasa estéril. Es una forma muy efectiva de aliviar el dolor y calmar al bebé.
- Otra opción es realizar esta acción con un hielo previamente envuelto en una gasa. El frío también contribuye a aminorar sus molestias.
- También podemos aplicar cremas específicas para tratar las encías durante la primera dentición. Existen numerosas en el mercado, todas ellas con efecto analgésico y calmante.
- Debemos mantener la carita del bebé seca y limpia para evitar un mayor malestar derivado de la gran cantidad de baba que genera la dentición.
- Por último, debemos tratar de calmar al pequeño con cariño, abrazos y caricias. Todo mimo es poco y contribuirá a aliviar su malestar y a sentirse querido y protegido.
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