Los tenemos en la cabeza. Los conocemos. Pero no siempre los evitamos, a pesar de que nos pueden costar caros. O la pérdida o fractura de una pieza dental. Nos referimos a algunas malas prácticas o poco saludables con los dientes que en ocasiones hacemos o vemos hacer con demasiadas frecuencia. Los dientes no son un instrumento para cortar determinados materiales; no sustituyen al cuchillo o a unos alicates. Su objetivo es cortar y triturar… la comida. He aquí algunos de esos malos ejemplos que tenemos que enterrar:
1. Utilizar los dientes como abrebotellas. Sí: hay personas que tienen los dientes muy fuertes, lo que no les posibilita –al menos es un consejo- a utilizarlos para quitar la chapa de una botella. Lo peor es la imitación cuando la fortaleza de esas piezas dentales no son las mismas
2. Morder el caparazón de algunos mariscos en lugar de utilizar los cubiertos. ¡Es preferible pedirlos o levantarse a por ellos que jugarse un diente al intentar saborear una pata.
3. Abrir nueces o pistachos con los dientes. Idem: existen aparatos especiales que se han inventado con la finalidad de facilitarnos el trabajo. Las muelas no son un cascanueces casero.
4. Utilizar un cepillo de dientes con las cerdas muy duras. Puede llegar a dañar el esmalte dental, así como si procedemos al cepillado con demasiada brusquedad. Tampoco será efectivo si son excesivamente blandas o el uso ha acabado con su eficacia.
5. No cortarse las uñas con los dientes. Además de poco higiénico, puede acercarte al bruxismo. ¡Utiliza un cortaúñas o unas tijeras!
6. El palillo de dientes es cosa del pasado. Puede dañar las encías. Para retirar restos de alimentos que han quedado alojados entre los dientes haz uso del hilo dental, mucho más efectivo y menos agresivo que el mencionado palillo de dientes.
7. Especialmente cuando somos jóvenes, se da con frecuencia la mala práctica de mordisquear lápices o bolígrafos. Evítalo o corrígelo a tus hijos.
8. El hielo sirve para enfríar. Masticarlo puede producirte fracturas o rajas en las piezas dentales.
¿Con cuántas de estas malas prácticas te identificas?
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