Hay tres cosas que son fundamentales en el día de la higiene oral: un buen cepillado, el uso del hilo dental y el enjuague bucal. En esta ocasión, hablaremos de este último elemento que nos ayudará a llegar a zonas donde habitualmente el cepillo de dientes no puede hacerlo – lengua, paredes de la boca, línea de las encías- pero que, desde luego, nunca puede sustituirlo.
1. Cómo se utiliza
Se vierte una pequeña cantidad de unos 20 ml. en un pequeño recipiente –muchos colutorios ya lo llevan incorporado-, se lleva a la boca y se realizan enjuagues en el interior de la misma durante unos 30 segundos antes de escupirlo. Nunca se ha de tragar. Tampoco te enjuagues con agua inmediatamente después para no restar sus efectos.
2. Cuándo
Siempre después del cepillado y del uso del hilo dental. Se pueden utilizar diariamente para una higiene completa –recomendado- y también más puntualmente ante problemas específicos.
3. Funciones
– Elimina las bacterias que se acumulan en la boca. Previene y reduce la placa bacteriana.
– Refuerza el esmalte dental.
– Aporta frescor a la boca y ayuda a prevenir la halitosis o mal aliento.
4. Los tipos de enjuague
Las clases de enjuague dental pueden ser variadas, dependiendo de lo que busque con mayor intensidad quien lo consume. En este sentido, hay unos con altos índices de flúor encaminados a prevenir las caries, otros con efectos blanqueadores, otros cuya misión es especialmente fortalecer la calcificación de los dientes, otros para acabar con el mal aliento…
Ante tantas alternativas, una buena idea es que puedas consultar a los especialistas de Alonso Dental. Podremos darte una pista de lo que más se ajusta a tus necesidades.
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