El herpes oral o labial es una infección producida por el virus del herpes simple que puede afectar a diferentes partes de la boca, sobre todo en los labios o, menos frecuentemente, en la zona de alrededor o el interior de la boca. Se manifiesta normalmente con la presencia de pequeñas ampollas (vesículas) bastante dolorosas, conocidas de manera coloquial como calenturas, morreras o pupas labiales.
¿Cuáles son las causas de la aparición del herpes labial?
- Estrés. No es la primera vez que hablamos de los efectos del estrés sobre la salud bucodental. Además de favorecer patologías como el bruxismo, también influye en el desarrollo del herpes. El estrés puede provocar una bajada de defensas que facilita la aparición de virus como el herpes.
- Cambios hormonales. Los cambios hormonales también tienen efectos en la salud bucodental: enfermedades periodontales, herpes… Periodos de cambios como la menstruación, la pubertad y el embarazo pueden influir en el desarrollo del herpes labial.
- Exposición al sol, frío. La exposición continuada al sol daña la piel. Por otro lado, el frío reseca la piel del labio. En este sentido es fundamental proteger los labios para evitar complicaciones como el herpes.
¿Cuáles son los síntomas del herpes labial?
- La ampolla que surge es muy visible, pero hay otros síntomas que pueden alertarnos de la presencia de herpes:
- Sensación de hormigueo y picor. Estos suelen ser los primeros síntomas que surgen en la zona del labio infectada, cuando aún no ha surgido la ampolla.
- Inflamación. Es otro síntoma temprano del herpes: la inflamación de la zona que rodea la infección.
- Enrojecimiento del labio.
¿Cómo curar el herpes labial?
En la mayoría de casos el herpes desaparece al cabo de pocos días, tal y como sucede con otras irritaciones o llagas bucales. Se trata de un proceso natural que pasa por diversas fases: aparición de la ampolla, rotura y cicatrización. En pocos días la costra de la ampolla cae y da lugar a una nueva piel libre del virus.