El sexo y el mal aliento no son una buena combinación en las relaciones de pareja. La excusa del ‘dolor de cabeza’ en realidad tiene que ver, en muchas ocasiones, con el olor –la halitosis– que puede desprender la boca del otro.
Hay varias encuestas que así lo evidencian. Por ejemplo, la que realizó la Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS) en la que los datos no dejan lugar a dudas: el 29% de las mujeres considera la halitosis como el principal inhibidor físico de la libido, después están los problemas de erección (16%) y en tercer lugar la eyaculación precoz (12%).
Otra encuesta, realizada por la publicación Entremujeres.com arroja resultados similares. Se preguntó a más de 11.300 mujeres sobre el tema y el 44,8% respondieron lo mismo frente a la pregunta “a la hora de la intimidad: ¿qué te aleja más de un hombre?”. Más de 5.000 se decantaron por referirse al mal aliento.
Está claro que puede ser un hándicap en la vida de pareja. Y además, no siempre es fácil decírselo al otro.
Un 30% de la población mundial lo sufre
¿Sabías que hasta el 30% de la población mundial sufre este problema? Se ha convertido en el tercer motivo de visita al dentista y no es para menos: a nadie le resulta agradable convivir o incluso mantener una conversación con alguien cuyo aliento es desagradable.
En nuestra boca conviven cientos de bacterias que se alimentan, entre otras cosas, de las partículas de los alimentos que quedan en la zona cuando comemos. Ese proceso puede producir el característico mal olor que tanto nos molesta del otro, sobre todo si hemos tomado café, ajo, alcohol o un exceso de especias, por poner algunos ejemplos.
También puede influir pasar muchas horas sin tomar alimentos o agua, el hecho de tener la boca seca o hasta ingerir los alimentos sin apenas masticar.
El mal aliento puede tener varios orígenes. Entre un 60 y un 90% por ciento de los casos puede estar en la propia boca y, de forma particular, en la lengua.
¿Cómo combatirlo?
Algunos consejos para combatir el mal aliento:
– Es fundamental una correcta higiene bucal.
– Cepillarse después de cada comida.
– Utilizar hilo dental.
– Evitar tener piezas dentales en mal estado.
– Cuidar la dentadura postiza
– Consultar a tu dentista si tu flujo de saliva es escaso.
Existen otros motivos más complejos que pueden provocar la halitosis. En este caso, un último consejo: si tienes dudas, consulta a tu odontólogo. Seguro que puede ayudarte a combatir y, sobre todo, a prevenir.
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