Si en el primer capítulo de este serial dedicado al flemón describíamos exactamente qué es y cuáles son sus principales síntomas, en esta segunda parte abordaremos cómo actuar en caso de sufrirlo, qué hacer en un primer momento, y cuáles serán los tratamientos que, con mayor probabilidad, pondrá en práctica su odontólogo.
Acudir a su dentista de confianza
Podemos esquematizar las acciones en tres pasos principales y cronológicos: el primero debe ser acudir a su dentista de confianza en cuanto detecte que podría estar padeciendo un flemón o el inicio de éste; en segundo lugar, una vez en la consulta, lo más importante inicialmente será frenar y eliminar la infección; por último, el tercer paso consistirá en averiguar cuál o cuáles han sido las causas que propiciaron la aparición del doloroso flemón y ejecutar las acciones necesarias para evitar que se reproduzca en el futuro, además de comprobar el estado de la pieza o piezas dentales que hayan podido resultar afectadas por la infección.
Tratamiento del flemón
Una vez en la consulta de su odontólogo tras sufrir los primeros síntomas del flemón (dolor, inflamación, sensibilidad, enrojecimiento, etcétera), es muy posible que éste administre antibióticos y antiinflamatorios para detener la infección y reducir la inflamación de la zona afectada. Junto a ello, es recomendable mantener una higiene bucodental muy estricta e incluso realizar enjuagues bucales de agua con sal, ya que ayudan a eliminar el pus y reducen la hinchazón.
En función de la gravedad del flemón, es posible que su dentista tenga que realizar un drenaje, un pequeño corte, para favorecer la eliminación del pus de forma más rápida y eficaz.
Posteriormente, y una vez que la infección haya quedado erradicada, su odontólogo determinará qué causó la aparición del absceso o flemón, y tomará las medidas necesarias para evitar que vuelva a aparecer.
Por último, el dentista comprobará el estado en que ha quedado la pieza o piezas dentales afectadas por el flemón y llevará a cabo los tratamientos necesarios para su reconstrucción, en caso de ser necesaria. En muchos casos, el proceso pasa por un simple empaste, mientras que en otras ocasiones es necesario realizar una periodoncia o una endodoncia, entre otros. En casos extremos, es posible tener que extraer el diente afectado.
Evite la aparición de flemones y otras dolencias dentales siguiendo una correcta y constante higiene bucodental y acudiendo a su dentista de confianza ante los primeros síntomas de posibles problemas en su dentadura.
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