Es importante resaltar la importancia del cepillado y cuidado bucal incluso en niñ@s pequeñ@s, por lo que deberemos introducir hábitos de higiene oral desde una fase muy temprana.
Desde que salen los primeros dientes es conveniente limpiarlos con una gasa húmeda después de cada toma.
Según vayan saliendo los dientes iremos adaptando el cepillo en función de las necesidades del niño.
El cepillado debe ser realizado por los padres hasta que sean capaces de cepillarse bien por sí solos. Una forma de facilitar el proceso es colocarse detrás del niño frente a un espejo inclinando su cabeza hacia atrás. Es conveniente seguir un orden para cepillar todos los dientes y por todas sus caras, sin olvidar, por tanto, ninguna parte de la boca.
Para limpiar la superficie masticatoria de las muelas realizaremos movimientos de atrás hacia delante.
Para limpiar la superficie externa e interna del diente colocamos el cepillo en ángulo de 45º en dirección con la línea de las encías. Haremos movimientos breves y suaves, desde la encía hacia el resto del diente repitiéndolo en dientes tanto posteriores y anteriores como superiores e inferiores.
No nos podemos olvidar de cepillar la lengua.
El cepillado se realizará preferiblemente tres veces al día durante 2 minutos y sin olvidar el cepillado antes de irnos a la cama.
Para mantener una óptima salud bucodental conviene no abusar de alimentos ricos en azúcar (refrescos, chucherías, bollería) y limpiarse los dientes después de cada comida por lo que convendrá evitar que el niño coma entre horas.
Contamos con muchos recursos que nos pueden ayudar a acostumbrar a los más pequeños a cuidar de su boca. Os dejamos con este vídeo elaborado en 1996 para la Junta de Andalucía, dentro del Programa de Salud Bucodental en las escuelas andaluzas que de forma sencilla y amena enseña a los más pequeños la importancia de preocuparse por un cuidado diario de los dientes y la forma correcta de hacerlo.