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Diabetes y salud bucodental

12 Feb, 2015 | Salud Dental

La diabetes es una patología crónica que se produce cuando nuestro cuerpo no es capaz de generar suficientes insulina, una hormona que fabrica el páncreas y que permite que la glucosa que contienen los alimentos pase a la sangre para proporcionarnos energía y que funcionen nuestros músculos. La persona diabética no es capaz de absorber correctamente la glucosa que se queda en nuestro torrente sanguíneo provocando la hiperglucemia que daña, a la larga, los tejidos.

Se trata de una enfermedad que necesita de quien la padece un control riguroso y regular. La diabetes puede manifestarse de distintas formas y puede afectar a nuestra salud bucodental.

Está demostrado que existe una sobresaliente relación entre la diabetes y algunas enfermedades de la boca, ya que dicha patología provoca mayor vulnerabilidad en la misma, especialmente en las encías. Además, la incidencia es recíproca: una mala salud bucodental puede generar dificultades para controlar los niveles de glucosa de un diabético.

¿Cómo afecta la diabetes a nuestra salud bucodental?

– Como respuesta a la presencia de bacterias, la diabetes provoca la inflamación de las encías. La gingivitis es un primer estadio que puede causar incluso el sangrado de las encías. Pero si no tomamos las medidas de higiene y, en su caso, de tratamiento adecuadas, puede generar en periodontitis, estadio ya más grave que puede ocasionar la pérdida de piezas dentales al destruirse el tejido que las sustentan.

– El riego de infecciones de la boca se multiplican en los diabéticos, y no sólo las ya mencionadas en las encías, sino también de otra índole, como la aparición de hongos o úlceras. Además, claro está, se incrementa la presencia de placa bacteriana.

Boca seca (xerostomía).

Controlar la diabetes

– En primer lugar, para un diabético es fundamental tener controlados los niveles de glucosa en sangre.

– En el plano bucodental, resulta aún más importante no saltarse las revisiones periódicas en el dentista, al que hay que comunicar que se padece la enfermedad. Al menos, en este caso, dos veces al año.

– La higiene bucal, si cabe, debe de ser bien rígida: cepillado de dientes, hilo dental y enjuague con la frecuencia recomendada por los profesionales. La constancia es importante.

El tabaco acelera las consecuencias. En caso de ser fumador, lo ideal es dejar este hábito poco saludable.

Consulta a tu dentista para cuidar tu salud y, además, en nuestro entorno existen asociaciones que pueden ayudarte en el control de la enfermedad, como es el caso de la Asociación de Diabéticos de Alcalá y el Corredor del Henares.

Foto: Marin para  www.freedigitalphotos.net