El maltrato es una de las peores lacras de nuestra sociedad. Si ésta es infantil, si tiene a niños por víctimas, es si cabe más detestable y repugnante. En este post trataremos de explicar la importancia de la detección precoz del maltrato infantil y su relación con la odontología, y es que el dentista es uno de los profesionales sanitarios que con mayor antelación puede descubrir un caso de este tipo. Veremos porqué.
Las lesiones ocasionadas derivadas del maltrato en un niño pueden ser físicas y mentales, y sus secuelas a largo plazo influirán completamente en el futuro del pequeño. Pero, más allá de la educación, de vital importancia para erradicar este problema, es necesaria y fundamental la detección rápida de este tipo de violencia, de modo que no vaya a más, de modo que se frene y que se puedan evitar males mayores e, incluso, en los casos más graves, la muerte.
Los estudios realizados sobre las lesiones en el caso del maltrato infantil revelan que la mayoría de las contusiones, los golpes, las heridas se producen en la cabeza y en el cuello del pequeño. Con muchas probabilidades, por tanto, algunas de las lesiones afectan a la salud bucofacial de los niños, produciéndoles daños dentales o maxilofaciales. Entre ellos se pueden nombrar las fracturas de piezas dentales, sobre todo los incisivos superiores, según detallan las estadísticas. En este sentido, el papel de los odontólogos y odontopediatras es muy importante en la detección de un caso de malos tratos.
Una mera fractura de un diente de forma aislada no tiene porqué estar relacionada con maltrato infantil. Está claro que los niños sufren numerosos accidentes en su vida cotidiana, es algo muy habitual en la edad infantil. Pero los odontólogos deben estar atentos y alerta ante cualquier caso y revisar y controlar otros posibles síntomas y signos que puedan revelar que se encuentran ante un caso de violencia doméstica. Otras lesiones y contusiones en la boca, heridas, mordeduras o quemaduras pueden indicar que el niño afectado puede estar siendo víctima de maltrato infantil.
Junto a la citada fractura de incisivos superiores, también se encuentran la luxación de la mandíbula, la rotura del frenillo lingual o las laceraciones mucosas dentro de los signos que el maltrato infantil pueden dejar en el físico de los niños.
Es importante que ante cualquier sospecha de este tipo de violencia, el dentista trate de llegar al fondo del asunto, para lo cual puede solicitar la realización de otro tipo de pruebas, como los exámenes radiológicos en la propia clínica dental. Lesiones o fracturas previas detectadas por la radiografía pueden indicar un maltrato anterior o continuado.
Es frecuente que los padres maltratadores no repitan médico y cambien con frecuencia, pero no es tan habitual que cambien de dentista. Por ello, el odontólogo se torna muy importante en la detección del maltrato infantil. No obstante, todos los profesionales sanitarios, principalmente aquellos enmarcados en el grupo de la medicina primaria, deben estar siempre alerta ante cualquier signo que pueda indicar violencia contra los niños; deben estar formados, preparados y concienciados sobre la importancia de la detección rápida del maltrato en todas sus expresiones.
Imagen: www.freedigitalphotos.net