Más allá de la búsqueda de la salud, otro de los retos de la higiene bucodental es el objetivo de mantener unos dientes y encías en buen estado y con buena presencia estética que nos proporcione una bonita sonrisa ante los demás. Y dentro de este aspecto resulta fundamental el blanco natural de los dientes, de ahí que uno de los tratamientos más frecuentes hoy en día en la clínica dental sea el del blanqueamiento dental.
¿Qué factores influyen a la hora de alterar ese blanco de las piezas dentales? Entre ellos es indudable que el paso del tiempo, pero también el tipo de alimentación (algunos alimentos y bebidas son mucho más agresivas con los dientes que otros), la higiene regular que mantengamos e incluso la influencia de la luz natural.
A través del proceso de blanqueamiento dental lo que se intenta es recuperar el color natural de los dientes. Y son los profesionales de la odontología los encargados de realizar el mismo para garantizar resultados. El blanqueamiento dental nunca debe de sustituir al proceso de limpieza dental, que, en este caso, tiene como objetivo eliminar bacterias y restaurar el esmalte.
Existen dentífricos especiales para el blanqueamiento que actúan en los dientes de manera superficial. Pero lo más conveniente para obtener unos resultados óptimos es acudir a la clínica dental con tu dentista de confianza para, además, recibir un tratamiento personalizado y adaptado a las características de la persona.
Sin dolor
El tratamiento de blanqueamiento dental no presenta dolor y su ejecución se puede realizar a través de diferentes técnicas. No daña el esmalte, aunque puede ocasionar cierta sensibilidad post-tratamiento que permanezca unos días. Lo aconsejable es mantener una higiene bucodental especial durante un tiempo y optar por comer alimentos que ayuden a la limpieza natural de la cavidad bucal.
Como es normal, el ajuste de tonalidad ha de adaptarse a la propia del paciente, ya que ésta varía según la persona. Es la dentina presente en los dientes la que determina su color. El blanqueamiento dental está indicado para cualquier persona sana, siempre que no tenga caries y que no sufra hipersensibilidad dental.
Al ser un hecho progresivo, la alteración del color de los dientes se suele producir poco a poco con el paso de los años, deteriorándose paulatinamente el esmalte dental. Pero se ha de prestar atención a bebidas como el café o el vino tinto, así como a otros alimentos que contienen índices elevados de colorante.
Otro factor que afecta, y mucho, al color de los dientes es el tabaco, así como la existencia de sarro y caries acumulados. También algunos medicamentos pueden resultar, por sus características, agresivos para los dientes y su color.
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