España, sin duda, es tierra de refranes, dichos populares y frases hechas. Y eso es algo de lo que no se libran ni los dientes ni la boca. Y probablemente los usemos con mayor frecuencia de la que podemos darnos cuenta. Veamos algunos de los ejemplos más conocidos.
Dios le da pan a quien no tiene dientes
Por la boca muere el pez
A caballo regalado no se le mira el diente
Ojo por ojo, diente por diente
Perro ladrador, poco mordedor
En boca cerrada no entran moscas
Son frases no exentas de sabiduría y a las que han recurrido grandes de la literatura con frecuencia. Veamos el caso de Miguel de Cervantes, el manco de Lepanto creador de la novela española más conocida: El Quijote. El autor alcalaíno ya lo dijo con su pluma: “La boca sin muelas es como un molino sin piedra”. Y es que la importancia de una buena salud bucodental también estaba presente hace siglos.
Otro de los grandes de la literatura mundial, William Shakespeare reconocía el poder de la sonrisa por encima del de las armas: “Es más sencillo obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de la espada”.
Walter Bagehot, periodista inglés y especialista en política, se atrevió a hacer esta comparación: “Los escritores, al igual que los dientes, se dividen en incisivos y molares”.
También alguien tan influente en el arte de la pintura como el impresionista Auguste Renoir dejó esta frase relacionada con la dentadura: “Es después de haber perdido los dientes que puede permitirse el lujo de comprar filetes”.
De vuelta a España, el médico español y Premio Nobel de Medicina Ramón y Cajal dijo que “a los amigos, como a los dientes, los vamos perdiendo con los años, no siempre sin dolor”. Y no le faltaba razón.
Otras sentencias del pasado sin autoría conocida que pueden resultar interesantes son “primero son mis dientes que mis parientes” y “cara sin dientes hace a los muertos vivientes”.
Probablemente el futuro nos deje muchos más refranes y dichos populares donde traer a colación nuestros dientes. Sin embargo, algo es seguro: no debemos descuidar nuestra higiene bucodental ni las revisiones con tu dentista si queremos que, precisamente, esos dientes conserven la salud muchos años.