Segundo capítulo para el análisis de los especialistas de la clínica dental, esta vez con el ortodoncista como invitado. ¿Cuál es su función dentro de la salud bucodental y de los distintos tratamientos? El ortodoncista es aquel odontólogo especializado en la ortodoncia, esto es, la parcela donde se estudia, se previene y se tratan los problemas en la posición o malformaciones de los elementos y estructuras dentales.
Las deficiencias o anomalías en los dientes es un capítulo muy habitual que, no obstante, suele tener una solución. Será el ortodoncista quien nos muestre el camino para corregirlas Y conseguir una boca sana, pero también estética.
A él le corresponde la tarea de corregir aquellos dientes torcidos, los que se montan sobre otros o los que sufren una excesiva separación para que la mordida sea la más adecuada.
¿Cuándo recurrimos al ortodoncista?
Será nuestro dentista de confianza, en esas revisiones habituales que debemos tomar por costumbre, quien nos indique el momento de acudir al ortodoncista. Sin embargo, también pueden darse algunos signos que nos indiquen que es recomendable su consulta. Éstos son algunos de ellos:
– Si en nuestra dentadura hay dientes apiñados unos con otros.
– Si tenemos dientes muy separados, lo que se conoce como diastema.
– Excesivo desgaste en algunas de las piezas dentales.
– Si denotamos dificultades y problemas en el proceso de masticación.
– Cuando los incisivos de la parte superior son muy prominentes o están muy por encima de los de la zona inferior (lo que se conoce como sobremordida) o cuando se da el fenómeno contrario.
Los tratamientos de ortodoncia
Las soluciones en forma de tratamiento de la ortodoncia son, básicamente, de dos tipos: aparatos fijos o aparatos removibles. En los dos casos se aplica una presión –suave- sobre las piezas dentales pero también sobre la estructura ósea, que acaba moviéndolas o modificando su crecimiento sobre las mandíbulas.
a. Los aparatos fijos son los formados por lo que se conoce como brackets y alambres. Son los primeros los que se fijan a los dientes, mientras que los alambres presionan las piezas dentales para ir, de forma progresiva, corrigiendo su posición.
b. Los aparatos removibles no tienen distinta función que los fijos, pero, en este caso, la persona que los lleva puede retirarlos para procedimientos habituales como comer o lavarse los dientes.
¿Cuánto dura el tratamiento de ortodoncia?
Como es lógico, cada caso es particular, dependiendo de sus anomalías dentales. Podemos estipular una media de unos dos años, pero es un intervalo temporal que puede reducirse o ampliarse, según el caso y la respuesta del paciente al tratamiento. Incluso la fase posterior de retención dental –para que no vuelvan a la posición anterior- depende de cada paciente. Será el ortodoncista quien indicará los plazos y pasos más convenientes para que el resultado sea el óptimo.