A base de información, profesionalidad y una intensa formación y continuo reciclaje, la esfera odontológica cada vez cuenta con un mayor reconocimiento en nuestra sociedad. Aun así, es frecuente encontrarse con dos estigmas que se siguen asociando al dentista: que hace daño y que es caro.
En este artículo nos fijaremos en este último caso para explicar cómo vienen determinados los precios en las clínicas dentales y cómo la hipotética carestía en el servicio hay que buscarla, en muchos casos, en la dejadez con la salud bucodental.
Como ya hemos dicho en muchas ocasiones, la boca y su buen estado de salud es una parte muy importante de nuestro organismo donde, además, pueden iniciarse patologías que afecten al resto del cuerpo. Por eso la prevención es fundamental para evitar males mayores, aunque un alto porcentaje de la población no suele tomárselo en serio y no acude a las deseables revisiones. En muchos casos solo ocurre cuando el dolor aflora y cuando, quizás, el daño ya esté hecho y, en ese caso, también la solución resulte más cara.
En España estamos acostumbrados a un sistema de sanidad pública y gratuita donde la salud bucodental no se encuentra cubierta para la mayoría de las situaciones. Y es precisamente esa circunstancia la que provoca una concepción de carestía en los servicios odontológicos privados. Pero la sanidad pública, sus pruebas, sus equipamientos, sus consultas suponen un alto coste que, como estamos presenciando, están haciendo temblar sus cimientos en los peores momentos económicos.
Tras la odontología hay un exhaustivo y constante nivel formativo, además de una fuerte inversión en materiales y equipamiento para ofrecer el mejor de los servicios profesionales.
Asociar lo caro con el dentista tampoco tiene hoy el mismo sentido que hace décadas, cuando los profesionales de la odontología no eran tantos y, de este modo, no abundaban las clínicas dentales. Esa situación hoy en día es muy distinta, con la multiplicación de los especialistas que han provocado un ajuste en la oferta y la demanda que ha atemperado los precios de la visita al dentista. Pero recuerda que siempre debes exigir una colegiación oficial que marque unos mínimos de calidad y seguridad.
Los servicios odontológicos son intangibles y no son como cualquier producto físico que se adquiere en un supermercado. ¿Por qué? Pues obviamente porque en el precio influirá si la formación es alta y los conocimientos en las distintas disciplinas son superiores. No es lo mismo una formación de unos días a la hora de colocar implantes que la de cursar un máster especializado durante años.
Lo mismo podríamos decir en el uso de materiales. No es lo mismo una u otra calidad. Las marcas blancas también existen en los servicios ofrecidos por algunos dentistas, como en los mencionados implantes. Y es ahí (en ese y otros tratamientos) donde tenemos que poner especial atención, ya que distintos materiales no ofrecen las mismas prestaciones de aceptación o de durabilidad, entre otros (no dudemos en preguntar al profesional acerca del utilizado). Ya sabemos que, en ocasiones, lo barato puede acabar saliendo caro.
El del dentista siempre es un trabajo personalizado y un empaste, un implante o cualquier otro servicio no es lo mismo para todas las personas.
Lo más barato: la prevención
Volvamos a la prevención para hablar de precios. Y, esta vez, pondremos el ejemplo explicativo con bienes tangibles. ¿Qué ocurre si no realizamos los correspondientes mantenimientos, arreglos y cuidados con una vivienda, un coche o una bicicleta? Pues que, obviamente, acabarán deteriorándose, cayéndose o rompiéndose y el arreglo nos costará mucho más por dejadez o, sencillamente, quedarán inservibles.
Es un símil para aplicar a nuestra salud bucodental: nuestra dentadura necesita revisiones y reparaciones cada cierto tiempo porque, si no, sobrevienen los problemas mayores. Y eso sí que puede hacer caro al dentista. Si dejas que una caries se extienda, puede acabar afectando al nervio, por ejemplo.
En Alonso Dental nos avalan más de 30 años de experiencia cuidando la salud bucodental de nuestros pacientes. Nuestra prioridad siempre ha sido proporcionar la máxima calidad en cada tratamiento así como el trato personalizado. Por eso, nuestros profesionales reciclan sus conocimientos de manera constante y en nuestro centro ofrecemos los últimos avances tecnológicos en técnica dental.
No dejes en el olvido tu salud bucodental. La prevención es la mejor manera de que el dentista no termine saliendo caro.